Un amplio recorrido desde el Charco Azul hasta el Morro de Colchas para tentar al pejerrey, oportunidades a todo lance está claro, otra cosa es que estuvieran activos en la zona como el día anterior pero, nada de eso ocurriría.
Con el paseante llegando a la orilla, las pequeñas bailas le atacaban sin lograr prenderse.
A las arañas les encantan los paseantes |
Un pequeño abade |
Otra vista de este pequeñin |
La tarde se la dedico al Inglés. El viento en mucho menos que los días pasados pero deja lanzar los Tide Minnows. Olas, espuma y arena en suspensión, perspectiva idónea para bailas y lubinas emboscadas.
El premio |
Mañana será otro día.
Hola Rafa.
ResponderEliminarNo se si sabes que ese abade no es el más común por nuestras costas. El de la foto es un Epinephelus costae y el que se ve normalmente es Mycteroperca fusca. Este suceso me ha llamado mucho la atención. Nunca le había visto en costas canarias.
Saludos.
¡Hola! pues no, no lo sabía. Ahora el más sorprendido soy yo.
ResponderEliminarGracias, a ver si intercambiamos algunos tirillos y no te desanimes.
Sería un placer. De hecho me estaba planteando bajar al sur mañana mismo, que por aquí la previsión no da para mucho. Pero finalmente descanso, que la semana me ha pasado factura.:)
ResponderEliminarCreo que Abe tiene tu teléfono. Si no te importa se lo pediré y te doy un toque.
Perfecto, cuando quieras.
EliminarEfectivamente, no se trata del típico abade canario.
ResponderEliminarEs un abadejo, o bien falso abadejo, más presente en el Atlántico andaluz, Estrecho y Norte de Marruecos.
Y por supuesto también el primero que veo por estas aguas.
Consecuencia de la expansión de especies no autóctonas, pues sí.
Consecuencia del cambio de temperatura del agua, puede ser.
Efecto de la globalización mundial, no sé...
Hablamos
Osea... que he venido a dar con una especie nueva en mi haber. Pues tomo nota y le abro ficha con todo los datos incluida la huella táctil.
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