Un amplio recorrido desde el Charco Azul hasta el Morro de Colchas para tentar al pejerrey, oportunidades a todo lance está claro, otra cosa es que estuvieran activos en la zona como el día anterior pero, nada de eso ocurriría.
Con el paseante llegando a la orilla, las pequeñas bailas le atacaban sin lograr prenderse.
A las arañas les encantan los paseantes |
Un pequeño abade |
Otra vista de este pequeñin |
La tarde se la dedico al Inglés. El viento en mucho menos que los días pasados pero deja lanzar los Tide Minnows. Olas, espuma y arena en suspensión, perspectiva idónea para bailas y lubinas emboscadas.
El premio |
Mañana será otro día.