miércoles, 18 de mayo de 2011

Puesta al día


Renqueante como motor averiado, chirriando como embrague mal metido anduve ciertos días retrasando post y pesquerías.
Hora es ya, de ponerme al día como no... con una fotografía.
He aquí el resultado de la búsqueda y por lo que tanto he esperado, el bien más preciado, del mar, regalado al plato adornado para deleitar al paladar.
Baila, baila, bailarina; como la canción. ¡Mujer!... ¿ a que esperas? ¡sirve ya mi ración!

Búsqueda


¿Cuantos kilómetros tiene la playa?
No lo recuerdo ni aventuro cifra, larga es como las tardes en esta primavera. Recorrida cienes de veces arriba y abajo buscando los pejes que no arriman escamas a la orilla.
Propicias tardes primaverales, que se antojan seductoras para probar señuelos en busca de alguna labrax o puntactus... o de los potentes pomatomus saltatrix provocadores de adrenalina.
Pero no te cansas, no te aburres en esa búsqueda todo lo contrario.
Llegas a casa con las manos vacías pero el alma llena como la luna nueva.
No hay pejes en la orilla, pero si amigos para compartir la tarde.

Al amanecer


Después de un buen café, nada mejor que la brisa del mar al amanecer, para despertar los sentidos y si esta no te los despierta, lo hará el agüita sala. El primer contacto suele ser frío, pero poco a poco el cuerpo se adapta.
Y empiezas a recorrer la playa, te encuentras gente paseando o haciendo ejercicios físicos o espirituales o de intercambio ¿...?