sábado, 11 de junio de 2011

El novicio


¡Quien me lo iba a decir!
Le creía inmune a esto del spinning pero ha sido inoculado con este virus febril.
La primera jornada, el novicio asumía las explicaciones de su padrino de fuego.
Ya tenía mono antes de que llegara la segunda oportunidad, que se presento hoy.
Su comienzo fue un poco caótico enredándose el mismo en su inexperiencia. Su mentor, con paciencia, le ayudaba a salir de líos y cabos.
Mas tarde, tanto empeño tuvo su recompensa y así, el novicio, perdió su virginidad.

¡En hora buena Bernad!