Ya me gustaría a mí poder pescar un GT.
Compañeros de jornadas han tenido la oportunidad de pescarlos incluso de verlos tan cerca de la orilla como este señor. Se lo pasa pipas jugando con ellos.
No quiero imaginar que por causas del calentamiento global aparecieran en estas costas ejemplares como estos. Con los depredadores de dos patas que hay en esta redonda no quedaría ni uno en poco tiempo.
lunes, 24 de marzo de 2014
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