Juan Jesús
Borja (archivo)
Días antes en aquella calma, de la que normalmente huyo, amaneció un miércoles de trabajo duro, me quedan unos días para disfrutar de unas pequeñas vacaciones y el móvil vibra en el bolsillo con un ligero temblor. Mi hijo Borja al otro lado, me comenta que han tenido una mañana de capturas. Una de ellas se le ha llevado una muestra, el hombre pese a la buena jornada está frustrado.
Allí quedo la anécdota que supuse un hecho puntual pero, nada más lejos de la realidad, dos días más tarde me sorprenden. Aquel miércoles ya por la tarde, Borja volvió con su amigo Jesús, más tarde se les uniría el veterano Juan. Para cuando este llegó, el festival de bailas y lubinas estaba en su meridiano, el recital de ataques a los peces pasto, a pocos metros de la orilla por parte de aquellos depredadores fue increíble. Los tres hombres me comentaban sobre todo Juan, que nunca se encontraron con algo semejante. Las bailas y las lubinas, entrando desde todos los ángulos atacaban al pasto y... a paseantes y popers sin contemplación y fruto de aquello estuvieron cercanos a las setenta capturas.
Tres días después
Era evidente mi rasquera y aun me pica no haber atendido la invitación de Borja que, aquella mañana de trabajo me hizo a través del móvil. Por otro lado mis obligaciones no me dejaban mucho tiempo pero en cuanto pude me fui a la orilla y al parecer la propia naturaleza me recriminaba no haber aceptado la invitación regalándome en uno de los lances esta araña (Trachinus Araneus) que aparece en la foto, se ve que alquien ya le había cortado su corona.Mañana del lunes |
La mañana del lunes, fría, ventosa y nublada, la playa de Maspalomas semi-desierta, la mar rizada por el viento dejaba hacer pero amenazaba con llegar con fuerza mientras azotaba el "Morro de Colchas" Flanqueado por Florian y Borja, comenzamos la jornada montando popers, paseantes y un aile magnet.
Lunes, una baila entra al poper de Florian |
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Lunes, captura y suelta de una pequeña baila |
Un viento endemoniado que apenas dejaba lanzar, levantaba arena y agua que salpicaba la cara y empapaba la ropa, decidí quedarme en el "Morro de Colchas" donde las olas y la espuma batían sin descanso, zarandeándome de un lado a otro. Montando un Tide Minnow Surf conseguía llegar algo lejos cuando las rachas de viento aflojaban, logrando ataques de pequeñas bailas, cuatro de ellas, como la de la fotografía logré traer hasta la orilla. Fotografiarlas era dificil porque el viento empujaba y dificultaba los movimientos.
La tarde del Lunes ventoso |
El Morro de Colchas |
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Pejjerey activos en la zona |
Un popper en el agua |
Magnífico relato. Lástima no haber podido ir al festival...
ResponderEliminarUn saludo.
Ya ves... es lo que tiene el trabajo
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