martes, 22 de mayo de 2012

El resumen de varias jornadas

 Varios días de calma total hacían que el mar fuese el espejo del fondo y del cielo  limpio. Los peces pasto, palometillas y bogas entre otras especies evolucionaban por doquier en las pequeñas olas muy cerca de la orilla. Cerca o más lejos, el espejo se quebraba cuando afloraban a la superficie los pejes de mayor tamaño, lebranchos en su mayor parte o algún que otro banco de sardinas que hacían vibrar el agua rompiendo su quietud y alarmando al pescador que pocas veces tiene una visión perfecta de lo que entre aguas habita en ese momento.
 
  Juan                                  Jesús 

 Borja (archivo)

Días antes en aquella calma, de la que normalmente huyo, amaneció un miércoles de trabajo duro, me quedan unos días para disfrutar de unas pequeñas vacaciones y el móvil  vibra en el bolsillo con un ligero temblor. Mi hijo Borja al otro lado, me comenta que han tenido una mañana de capturas. Una de ellas se le ha llevado una muestra, el hombre pese a la buena jornada está frustrado.

Allí quedo la anécdota que supuse un hecho puntual pero, nada más lejos de la realidad, dos días más tarde me sorprenden. Aquel miércoles ya por la tarde, Borja volvió con su amigo Jesús, más tarde se les uniría el veterano Juan. Para cuando este llegó, el festival de bailas y lubinas estaba en su meridiano, el recital de ataques a los peces pasto, a pocos metros de la orilla por parte de aquellos depredadores fue increíble. Los tres hombres me comentaban sobre todo Juan, que nunca se encontraron con algo semejante. Las bailas y las lubinas, entrando desde todos los ángulos atacaban al pasto y... a paseantes y popers sin contemplación y fruto de aquello estuvieron cercanos a las setenta capturas.

    Tres días después
 Era evidente mi rasquera y aun me pica no haber atendido la invitación de Borja que, aquella mañana de trabajo me hizo a través del móvil. Por otro lado mis obligaciones no me dejaban mucho tiempo pero en cuanto pude me fui a la orilla y al parecer la propia naturaleza me recriminaba no haber aceptado la invitación regalándome en uno de los lances esta araña (Trachinus Araneus) que aparece en la foto, se ve que alquien ya le había cortado su corona.
Mañana del  lunes
 Tras la calma, llega el viento que no es suave, rachas de hasta 35 Km/h. Según Wind Guru y que fueron ciertas ayer lunes y esta mañana del martes.  

La mañana del lunes, fría, ventosa y nublada, la playa de Maspalomas semi-desierta, la mar rizada por el viento dejaba hacer pero  amenazaba  con  llegar con   fuerza   mientras  azotaba  el      "Morro de Colchas" Flanqueado por Florian y Borja, comenzamos la jornada montando popers, paseantes y un aile magnet.
Lunes, una baila entra al poper de Florian




Lunes, captura y suelta de una pequeña baila



Metro a metro, recorrimos la orilla sin resultados, hasta que llegados a un punto de la playa una baila ataca sin más consecuencias al Aile Magnet que monto habitualmente. A los pocos minutos es Florian quien logra la primera captura que entra a su popper y a continuación es el turno de Borja con un paseante. Prometía pero, ahí se quedo la cosa optando por regresar a esperar la tarde.

 Un viento endemoniado que apenas dejaba lanzar, levantaba arena y agua que salpicaba la cara y empapaba la ropa, decidí quedarme en el "Morro de Colchas" donde las olas y la espuma batían sin descanso, zarandeándome de un lado a otro. Montando un Tide Minnow Surf conseguía llegar algo lejos cuando las rachas de viento aflojaban, logrando ataques de pequeñas bailas, cuatro de ellas, como la de la fotografía logré traer hasta la orilla. Fotografiarlas era dificil porque el viento empujaba y dificultaba los movimientos.
La tarde del Lunes ventoso
La actividad decreció, me di por satisfecho volviéndome a casa a esperar la mañana en la que regresaría con Florian y Borja.
El Morro de Colchas
La playa nos recibió con viento flojo pero seguro que no tardaría en volver por sus fueros. Si perder tiempo comenzamos a mitad de camino, nada por aquí... nada por allá y el viento a más. Pero continuamos insistiendo sin resultados, ni un ataque solo una lubina emboscada en la orilla huyo al detectarnos.
Pejjerey activos en la zona
 En el lugar de la tarde anterior y a última hora, comenzamos a ver bailas entre las olas pero nada querían saber de señuelos. Poco más lejos, dos ataques de pejerrey nos dan un poco de esperanza y sin dudarlo Florian y Borja abren fuego sobre ellos con poppers.
Un popper en el agua
  Resultado negativo, retirada a los cuarteles hogareños y laborales, mañana será otro día.





2 comentarios:

  1. Magnífico relato. Lástima no haber podido ir al festival...

    Un saludo.

    ResponderEliminar