viernes, 26 de octubre de 2012

Senderismo entre salinas, bailas, lubinas y cervezas

No está mal cambiar las ubicaciones, buscar nuevos lugares donde lanzar los señuelos. Conocer nuevos lugares, descubrir alguna cala,  un lecho profundo en la orilla, un bonito rincón para fotografiar, de hecho lo hemos realizado varias veces con más o menos suerte. Lo podríamos llamar senderismo, si estoy equivocado y esto tiene otro nombre me lo dicen.
Fotografía de: Rafael R.
Nuestra costa isleña tiene diferentes perfiles a los que hay que adaptarse, personalmente me lo paso pipa aunque alguno de ellos me ha llegado a mosquear por su orografía o por el estado del mar. Allí donde alguien no ve el peligro yo le presto la mayor atención. No sé si es un sexto sentido que me alerta sobre algo de aquel lugar que no encaja en lo que a seguridad se refiere.... o soy un cagueta.
Fotografía de: Rafael R
Una de las ventajas que tiene este tipo de senderismo es que te permite probar señuelos diferentes en fondos diferentes y de qué tipo, ver su acción en el agua, con qué movimiento de puntera se mueven mejor y sobre todo si atrae o no a las posibles capturas que normalmente suelen ser lubinas que ya colonizan cualquier rincón de esta redonda.

Hay lugares en los que nunca jamás antes habíamos encontrado bailas, estamos en el reino de bicuas y pejerrey u otras especies, ahora, al contrario y al mismo tiempo es, como si todo se volviera al revés. Increíble...
Fotografía de: Rafael R. con Florian K.
Fotografía de: Rafael R
... y cuando el agua está llena de algas que entorpece la acción del señuelo y llena los hilos, ya es motivo para cambiar la ubicación aunque a veces depara alguna sorpresa inesperada.
Fotografía de: Rafael R. con Marcus M.
 En fin... me quedo con los buenos momentos, con los viejitos correligionarios del lanza y recoge.
Fotografía de: Rafael R.
Me quedo con el bocadillo de pata, con su corteza crujiente acompañado de una Coca Cola y un Donuts pero, no me quedaría por nada en el mundo con quienes celebraron el día de la cerveza, dejando el signo de la indiferencia en un paraje natural que podría ser perfectamente uno de los mejores de Canarias.

¡Viva la Republica Gran Canaria!
Así nos va
Saludos.