miércoles, 6 de febrero de 2013

Estrasburgo, votación en el Parlamento Europeo.

Ho se votaba en el Parlamento Europeo una reforma ambiciosa sobre política pesquera común.

En días previos a esta votación, diferentes grupos y organizaciones, lanzaron una campaña en todas las redes sociales pidiendo que enviáramos a los parlamentarios europeos, un correo solicitándoles poner fin a los descartes cambiando las leyes que lo propician.

Parte de un artículo publicado por la organización: Ni un pez por la borda
Los descartes se producen a bordo de los arrastreros en alta mar, donde los pescadores se ven obligados a arrojar por la borda, en ocasiones, hasta más de la mitad del pescado que capturan por causa de las absurdas leyes de sus cuotas que impone la Unión Europea.

Las razones de descartar pescado son varias, pero, entre éstas, está la normativa de la UE que señala cuántas piezas de cada especie se pueden capturar. Cuando esta cuota se agota, los pescadores deben deshacerse de las capturas en la mar.

 En otras ocasiones, los descartes se deben a que los animales capturados no han alcanzado la talla de madurez mínima que la normativa exige. También puede ser porque se emplean métodos de pesca no selectivos, así pues las especies no objetivo o no comerciales capturadas se devuelven al mar, muertas o con muy pocas posibilidades de sobrevivir.

¡PUES SE HA CONSEGUIDO! 170.000 correos electrónicos fueron enviados en las últimas 48 horas a los diputados en los 23 idiomas de la U.E. por los defensores de esta campaña en toda Europa, obteniendo así una gran éxito sobre todo, para la vida marina, los pescadores y el poder popular.

Y saben ¿Qué?... los únicos que se opusieron al cambio, intentando hechar por la borda todo esto, fueron los miembros del Partido Popular Europeo.

Por otro lado, aquí en España, sin ir más lejos,  frente a las islas más orientales del Archipiélago Canario, el Partido Popular, por medio de su representante en el gobierno, Señor Ministro Soria, pretende que se extraiga petróleo en aguas cercanas al Archipiélago Chinijo, un espacio protegido desde 1986; poniendo en peligro toda la Reserva Natural Integral de los Islotes a parte de la industria turística.

De modo que, con la que les está cayendo, permanecen soberbiamente sordos ante la Comunidad Canaria, que sabe de otras alternativas energéticas más limpias.

Está terriblemente claro que para este gobierno priman los intereses económicos.

Un saludo.