lunes, 19 de septiembre de 2011

Los primeros equipos y IV Reedidato

La Graciosa, la primera experiencia a Spinning fuera de mi redonda. Más tarde llegarían otros destinos pero esta, por ser la primera fue la más especial.
Una casita acogedora, junto a dos enormes caballeros. ¿Que más podría pedir?
Una playa que estaba desierta, La Concha... de ensueño si no vas a pescar.

Pero... si que pescamos. El que subscribe casi nada pero, pescamos.

Y lo mejor que carajo, nos lo pasamos de MIEDO
Quizás fue aquí donde pusimos el punto final para las cañas de 5,50.

Ha sido todo un placer encontrar estas fotografías que guardadas en un cajón tengo.
Mostrarlas significa recordar cada jornada y aprender de ellas.
Es importante no olvidar como comenzó, para tener muy claro el presente sin forzar el futuro.

Los primeros equipos III



Pues si compañero/os; parece un siglo comparado con los equipos del presente.

La evolución en esta técnica ya no solo cuenta con tener una magnifica caña y un buen carrete y señuelos atractivos de última generación. Hoy estudiamos las faces lunares, vientos, mareas, coeficientes de actividad incluso hay quien se toma la molestia de tomar en cuenta la temperatura del agua... montamos casi una estrategia de búsqueda y captura. Chacho como ha cambiado el patio tu...

Pero que me quiten lo bailao carajo. Me lo pasaba de P.M. aunque terminara con lesiones de muñeca. (tres intervenciones en la derecha y... no más) Antes, no tenías necesidad de meterte en el agua hasta la cintura, no te mojabas salvo las manos salvo en verano, montabas aquella caña telescópica, le ponías la bull dog, engarzabas el señuelo lanzabas y zasss la siguiente fotografía me ahorra comentarios.
... Y resolvimos que era hora de tentar otras aguas, otra isla y a ver que pasaba y elegimos la Graciosa pero, lo dejo para otra ocasión.

Hasta entonces.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Los primeros equipos II

Continúo comentando los primeros pasos en el Spinning.

No había lugar entre las dos playas donde no se pillaran algunas capturas.

Por lo general siempre acudíamos por las tardes, nunca se nos pasó por la cabeza que el amanecer era más efectivo. Al llegar solo teníamos que adentrarnos y caminar un trecho, no importaba si llegábamos a la misma punta buscando el sitio despejado de bañistas donde comenzar.

Una anécdota: En ocasiones después de estar largo rato en el mismo sitio lanzando, sin nadie en más de trescientos metros bañándose, aparecía el (...) me reservo el calificativo)) a darse su baño justo delante nuestro, por más señas y gestos que le hacíamos al señor o a la señora, le daba lo mismo al parecer, la playa solo era aquel trocito que ocupábamos.

Curioso era también y no es por nada que, por aquellos años siempre estábamos o acudíamos los mismos es decir, nosotros tres. Era evidente que el Spinning era todavía desconocido para muchos.






Algunas tardes aciagas.

El viento del sur-oeste, mar de fondo, luna llena o nueva, con mareas grandes, o mareas muertas que parecían una balsa de aceite.

Mi padre, la gente vieja que saben de la mar, siempre me decían que con luna nueva o llena, mareas grandes o tiempo del sur, el pescado no arrimaba que, eran mejor las cuartos crecientes o menguantes, las mareas pequeñas y que cuando la baila se deja ver en la ola no entra al choco porque está embobada; y es cierto que, particularmente me han cuadrado sus sentencias.


viernes, 16 de septiembre de 2011

Los primeros equipos














Una tarde cualquiera de principios de Otoño en la Punta del Inglés.

Estas fotografías digitalizadas son de las primeras que realizamos pescando junto a Marcus y Miguel.

Observad los equipos que por aquellos años teníamos, no sé si aquí en esta isla ya existían cañas apropiadas para el Spinning.

Pero lo cierto es que, con estos equipos pesados pescábamos. Era raro el día que no volviéramos a casa con la percha llena de bailas y algún pejerrey mediano.

Las cañas, de 5,50 metros de largo eran para pescar a boya en cualquier muelle o lugar apropiado, montadas con un carrete medio con monofilamento de nailon del 35 o 45 mm. que terminaba en una bolla maciza denominada bull dog; con un líder de 35; donde prendíamos un señuelo. En mi caso, las María Princes, color rojo-plata, eran mortales de necesidad un señuelo todo tiempo que hoy todavía conservo y llevo a la orilla.

La María Princes, un señuelo todo tiempo.








jueves, 15 de septiembre de 2011

Un raro ejemplar

Pido disculpas por la calidad de esta fotografía digitalizada. Es una foto de hace unos años, entre 2000 y 2003; cuando comencé a dar los primeros pasos en el Spinning, aun no tenía una cámara digital.

Este raro ejemplar de baila y digo raro por la forma de su cabeza y lomo si se fijan. ¿Alguna vez han visto un ejemplar así?

Los primeros pasos depararon muchísimas sorpresas al igual que momentos inolvidables. Nunca imaginé que descubrir esta técnica fuera a hacerme olvidar el Surf Casting, del cual era fanático y devoto.

Las primeras salidas con esta modalidad, se repitieron día tras día, una autentica fiebre lo reconozco. Espero mostrarles en los próximos días unas cuantas retrateras más, digitalizadas para mostrarles con que equipos pescábamos y cuanta actividad había por aquel entonces, en cualquier momento y rincón comparando con lo que tenemos hoy en este sur.

sábado, 3 de septiembre de 2011

Tiempos de juventud

"Hago mi camino cansado y polvoriento, y detenida y dudosa queda tras de mí la juventud, que baja su hermosa cabeza y se niega acompañarme.
Hermann Hesse

Esta fotografía de Juan Franco López fue tomada en 1971. la encontré buscando en la FEDAC. Varias generaciones están en esta imagen, algunos se quedaron en el camino, otros continúan donde nacieron y otros están lejos de su tierra donde el camino les ha llevado.

Somos parte de la generación de la transición, pasamos de un mundo a otro sin darnos cuenta, despertando lentamente a las nuevas libertades. Ante nosotros la linea en el horizonte aún estaba lejos, llena de oportunidades y de repente un día estalla y como estrellas fugaces en el cielo saliendo despedidos en mil direcciones enganchados ya, a nuestro destino que nos separa y nos dispersa.

Algunos seguimos unidos en el día a día; hoy nos vemos en la calle y casi no nos reconocemos ni nos acordamos de como se llama aquel joven con quien conviví. Casi me avergüenza no recordar como te llamas y me reprocho haberme alejado de aquellos con los que crecí pero, así es la vida, así lo justifico injustamente.

Un día cualquiera, al abrir Face Book encuentro una solicitud de amistad, un nombre o una foto que me resulta familiar y e aquí que, el alma se llena de gozo al encontrar a un Juan Carlos León, a Alpidio, Pipe, José Pedro, Juan José Dominguez, Papi, Fernando Carmelo y tantos más.

Descubrir, encontrar, tropezar, topar, localizar... estos sinónimos me gustan, me hacen feliz cuando se adhieren automáticamente a un nombre o fotografía despertando la memoria olvidada.

Gracias amigos, espero seguir encontrándoles para unirme otra vez y no perder la estela de aquellos tiempos de juventud.

Hasta luego entonces.