jueves, 7 de junio de 2012

Desde el fondo del mar.

¡Que mañana más preciosa! gris, algo ventosa pero acogedora. La propuesta de Flrorian era tener las muestras en el agua a las siete de la mañana y así fue.
Gris, algo ventosa  pero acogedora
Fructífera mañana de finales de primavera, los señuelos solo tocan el agua y comienza el festival de bailas y lubinas. Las bailas son mayoría a primera hora, capturar y soltar una y otra vez lo más aprisa posible para disfrutar de sus carreras, de sus combates. Las lobas entre las bailas asoman tímidas, quizás la abrumadora presencia de estas las obligan al resguardo de la orilla, su lugar de emboscada preferido.

Y... de pronto se termina, nos miramos unos a otros, encojemos los hombros indicando con este gesto ¿que ha pasado... donde están?  ni P.I. Nos separamos buscando, tentando más arriba o más abajo, un pedregal asoma y el viento va en aumento, veo que Eugenio a mi izquierda conecta y sale con una loba ¡no está mal! pero ya no es lo mismo.

Matarile rile rile, algunos se llevan la sorpresa de su vida cuando lanzan un señuelo y algo frena su recorrido; ¡Aquí está! es la exclamación causa y efecto del "trancón" inmediato pero... 

¿La pieza de la mañana?

aaaamigo algo raro hay porque el señuelo viene pesadito... y  nada tira de él, no hay lucha, no hay carreras, no sale hilo ¿una bolsa de plástico? ¿un preservativo herbal? un pulpo ¿de cuantas patas? ¡hay Dios mío!... ¿Que será?


¿Ustedes que creen? En el pedregal Florian llama mi atención con gestos, me arrimo a él que ya tiene dos lobas, a estas nos las perdona. El viento aprieta un poco más, el de centro Europa las provoca con un popper mediano, le imito y monto uno pequeño, el viento de descojona con él, ¿que tú quieres? ¡es lo que hay! para entonces ya tiene varias en la talega y de nuevo han dejado de atacar, pos na... me rindo.


Mañana será otro día.