¿Cuantos kilómetros tiene la playa?
No lo recuerdo ni aventuro cifra, larga es como las tardes en esta primavera. Recorrida cienes de veces arriba y abajo buscando los pejes que no arriman escamas a la orilla.
Propicias tardes primaverales, que se antojan seductoras para probar señuelos en busca de alguna labrax o puntactus... o de los potentes pomatomus saltatrix provocadores de adrenalina.
Pero no te cansas, no te aburres en esa búsqueda todo lo contrario.
Llegas a casa con las manos vacías pero el alma llena como la luna nueva.
No hay pejes en la orilla, pero si amigos para compartir la tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario