La isla de Erbani, así se llamaba Fuerteventura antes de su conquista en el siglo XV; se caracteriza por su aridez, sus vientos predominantes del noroeste y del norte.
Por sus abruptos, hermosos y peligrosos acantilados.
Por barlovento continúan sus playas, las más extensas y hermosas
de nuestro archipiélago, de aguas limpias y cristalinas, de arenas rubias casi blancas.
Paisajes sobrecogedores, casi solitarios, la vista se pierde ante la inmensidad majestuosa del parque natural de Jandia. El Roque del Moro, la playa de Cofete, El Islote, seguido de la playa de Barlovento de Jandía y al fondo la Pared. Una parte que conforma la Península de Jandía.
Impresiona el paisaje. Al ponerse el Sol, la Luna llena aparece sobre el macizo de Jandía, todo un espectáculo natural de luz y color.
En este post es imposible seguir extendiéndome. Las anécdotas compartidas con Marcus, un compañero de pesca y viaje excepcional, un caballero de causas nobles dignas de mención. Encuentros y reencuentros inesperados con viejos amigos. En el siguiente post continuaré el relato de esta fantástica aventura en la isla de Erbani, Fuerteventura.
Hola Rafa.
ResponderEliminarValla lugar,alucinante,ya me has dejado enganchao,espero ansioso tu segunda parte.
Un Abrazo.
El y los lugares de esta isla son espectaculares juarra; pero no es tan fácil. Buscamos mucho, caminamos muchísimo para lograr capturas aceptables. Senderismo y pesca, una combinación perfecta y a la vez dura.
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